1) La
entrevista:
Existen tres tipos de
entrevistas: la individual con cada empleado, colectiva con grupos de empleados
que desempeñen el mismo trabajo y entrevistas con uno o más supervisores que
tengan un conocimiento a fondo del puesto que se está analizando. La entrevista
grupal se emplea cuando un gran número de personas realizan un trabajo similar
o idéntico, ya que de esta manera se obtienen rápidamente y a bajo costo los
datos sobre el puesto
2) Cuestionarios:
Consiste
en pedir a los empleados que respondan cuestionarios en los que describan los
deberes y responsabilidades relacionadas con su empleo. Lo que se debe decidir
es qué tan estructurado debe ser el cuestionario y las preguntas que se tienen
que incluir. Puede ser abierto y solo pedir al empleado que “describa” las
actividades principales se su puesto. Un cuestionario efectivo suele tener
preguntas abiertas así como preguntas estructuradas.
3) Observación:
Es
principalmente útil en los trabajos que consisten principalmente en actividad
física observable. Ejemplos son el empleado de limpieza, línea de ensamblaje y
contabilidad. Por otro lado, no es apropiada cuando el puesto requiere de una
gran cantidad de actividad mental difícil de evaluar (abogados, ingenieros de
diseño, etc.) o si con frecuencia se espera que el empleado participe en
actividades importantes que podrían ocurrir solo ocasionalmente, como una
enfermera que maneja emergencias. La observación directa se utiliza por lo
regular junto con la entrevista.
4) Bitácora
del participante:
Se
puede pedir a los empleados que lleven un diario o bitácora de cosas que hacen
durante el día. El trabajador debe anotar cada actividad que realice así como
el tiempo requerido. Se puede complementar con entrevistas posteriores con el
trabajador y su supervisor.
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